DEPENDENCIA EMOCIONAL
¿QUÉ ES LA DEPENDENCIA EMOCIONAL?
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Hoy en día, son muchas las personas que se encuentran inmersas en una relación de pareja negativa, incomoda, absorbente y agotadora, pero no son capaces de salir de ella. Estas personas podrían haber desarrollado una Dependencia Emocional, que se manifiesta con:
- Comportamientos adictivos hacía el otro y dañinos hacia uno mismo.
- Necesidad de mantener el vínculo emocional. Estas personas necesitan muestras de afecto continuas y esto lleva a la evitación del conflicto, por el temor a la separación o a la desaprobación.
- Renuncia al propio bienestar, anteponiendo el bienestar del otro.
- Miedo al abandono y a quedarse solo/a. Preocupación por tener que cuidarse a sí mismo/a y ser incapaz. Sienten gran incomodidad y desamparo si están solas. Esto puede llegar incluso a que toleren el maltrato en la pareja, ya sea físico, verbal o psicológico.
- Gran dificultad para tomar decisiones por sí mismas. Necesitan que otras personas decidan y asuman la responsabilidad de su vida.
- Relaciones insanas y sentimientos exagerados. Tienden a elegir parejas manipuladoras, narcisistas y poco afectuosas. Ven en ellas habilidades llamativas y seguridad en ellos mismos.
- Muestran una alta inseguridad, tienen poca adaptabilidad a las situaciones nuevas, y mucha dificultad para iniciar proyectos o asumir riesgos. No confían en su juicio ni en sus capacidades para resolver problemas por si solas.
PROCESO DE DEPENDENCIA EMOCIONAL EN PAREJA
Las personas que sufren Dependencia Emocional, suelen mostrar un patrón de comportamiento en sus relaciones, que se podría dividir en varias fases que pueden formar un círculo:
Fase de enamoramiento
Aparece un vínculo afectivo de forma rápida y potente. La persona idealiza a la pareja y la relación. Se experimenta una sensación de bienestar desmedida, que es lo que provocará el desequilibrio durante el resto de la relación, ya que la persona buscará esa felicidad inicial y pasajera, y así, justificará el amor a pesar de los conflictos que vayan surgiendo
Fase de Adhesión
Los dos miembros de la pareja se comportarán de manera ideal, lo que provocará que se sientan felices y quieran compartir cada hora del día el uno con el otro. Se desea el contacto constante. Es en este momento, en el que la persona dependiente empieza a fusionarse con la pareja poco a poco, asumiendo como suyos los intereses y comportamientos del otro.
A veces puede darse también una diferencia de roles, en la que el dependiente asume el rol de sumiso, y la pareja, el rol autoritario. Esto puede verse en uno o en varios ámbitos, y los roles pueden invertirse en algunos temas.
Fase de Deterioro
Empiezan a aflorar los defectos de cada uno y la relación empieza a deteriorarse. La persona dependiente empieza a sufrir ansiedad ante la separación y miedo al abandono. Sufre inseguridad por sus acciones y las de su pareja. Pueden aparecer círculos viciosos de infidelidad/ruptura-reconciliación-buenas intenciones-sufrimiento. A pesar de este bucle, la persona dependiente prefiere mantenerse en esa relación que enfrentarse a la soledad.
Fase de Ruptura
La relación se rompe del todo y aparece ansiedad y depresión, y una gran sensación de vacío. Pueden aparecer otros problemas como alteraciones del sueño, de la alimentación, y del rendimiento. Se tiene sensación de culpa. Se negocia con la idea de poder empezar la relación de nuevo, buscando el contacto con el otro.
A veces se buscan otras relaciones que puedan ocupar el vacío que se siente.
Fase de Reinicio
Cuando la persona encuentra un nuevo candidato, puede empezar el ciclo de fases descrito, aunque con otra intensidad, con otros comportamientos y con otra estructura.
CONSECUENCIAS DE LA DEPENDENCIA EMOCIONAL
Estos comportamientos provocan una serie de consecuencias que van a interferir en la vida diaria de la persona que sufre la Dependencia Emocional:
- Síntomas de ansiedad y depresión, miedo a la separación.
- Pensamientos obsesivos y necesidad de control. Con el uso de las redes sociales, estos pensamientos y acciones controladoras aumentan y empeoran la situación.
- Alteraciones en el sueño.
- Abandono de relaciones sociales, cambios en la forma de ser y actuar.
- Necesidad de incluir a la pareja en todas las actividades.
- Baja autoestima y sentimientos de culpa.
¿POR QUÉ DESARROLLAMOS DEPENDENCIA EMOCIONAL?
No hay una causa única y común que explique la aparición de Dependencia Emocional, sino un cúmulo de situaciones y creencias. Según la persona, unas causas tendrán más peso que otras para el desarrollo de la Dependencia Emocional.
Por un lado, tendríamos los mitos sobre el amor y las relaciones ideales, además de la presión social, que nos empuja a vivir en pareja y creer que no se puede ser feliz sin alguien a tu lado.
Por otro lado, el desarrollo de esquemas cognitivos y emocionales desadaptativos en la infancia, a causa de unos cuidados negligentes, lleva a una desconfianza, un bajo autoconcepto, y a la búsqueda de necesidades insatisfechas en otros. La sumisión es una característica clave que se usa en estos casos para evitar el abandono.
La sobreprotección parental puede provocar que los niños no desarrollen su autonomía, y eso se traduzca en una dependencia hacia los padres, y en un futuro, hacia la pareja.
La baja autoestima puede ser causa y consecuencia, ya que lleva a infravalorarse y creer que no se es lo suficientemente valioso, por lo que la persona debe esforzarse para que la quieran.
Por último, no hay que olvidar que un historial de relaciones previas traumáticas puede llevar al desarrollo de comportamientos desadaptativos con la nueva pareja, derivando en una Dependencia Emocional.
¿CÓMO TRATAR LA DEPENDENCIA EMOCIONAL?
El primer paso para superar la Dependencia Emocional es reconocer el problema y querer cambiar esta situación.
Busca ayuda y confía en Psicólogos Profesionales que puedan guiarte y acompañarte en este proceso.
El psicólogo te enseñará las técnicas necesarias, y te formará en los métodos apropiados para que puedas superarlo, y sobre todo, para que puedas aplicar estos conocimientos a tus siguientes relaciones.
El proceso consiste en aumentar tu autoestima, enseñarte a estar solo/a, darte prioridad, modificar falsas creencias, superar el pasado, aprender a ser asertivo/a,… y otros recursos que te ayudarán a desarrollar relaciones sanas con otros y contigo mismo.
En Promente, podemos ayudarte si sufres Dependencia Emocional y acompañarte en este proceso.
Olga Murcia Monterrubio
