Mi hijo aún no habla, ¿me tengo que preocupar?

Mi hijo aún no habla, ¿me tengo que preocupar?

Por Fuensanta Montoro _ Logopeda

Es innegable que cada niño sigue un proceso evolutivo propio, pero este hecho no justifica
que no reflexionemos y valoremos dicho proceso. Muchos padres se preguntan si es normal
que su hijo aún no diga papá o mamá, o que su vocabulario sea tan escaso; sin embargo,
dejarse llevar por la cantidad de falsos mitos asociados a la frase “ya hablará” es el error
más común. Por eso, desde Promente, queremos que conozcáis de forma rápida los
principales hitos del desarrollo lingüístico durante los tres primeros años de vida,
poniéndonos así a su disposición ante cualquier duda sobre el desarrollo de los pequeños
de la casa.
Las primeras formas de comunicación tienen lugar en los primeros tres meses y se
manifiestan a través del grito del bebé, manifestando algún estado emocional como el dolor
o el hambre. Tras esto y ya en el segundo trimestre, el bebé comienza a balbucear,
repitiendo sus primeros sonidos vocálicos una y otra vez. Hasta la emisión de la primera
palabra, tienen lugar numerosas combinaciones de sonidos, duplicaciones y sílabas.
La primera palabra es pronunciada alrededor del final del primer año de vida del niño, y
supone el fin de la etapa prelingüística y el inicio de la etapa lingüística. El bebé comienza
así con el uso de jergas y palabras en su conversación, y alrededor del año y medio el
vocabulario incrementa a unas 20 palabras. Pero no es hasta los dos años cuando tiene
lugar la denominada “explosión lingüística”, donde el niño incrementa su vocabulario
considerablemente a un ritmo elevado, sobrepasando las 50 palabras. En algunos niños
esta explosión es mucho más rápida que en otros, y algunos presentan un vocabulario
expresivo de hasta 200 palabras y un vocabulario comprensivo en torno a las 500 palabras.
Aunque su habla puede resultar aún telegráfica, a finales de los dos años, comienzan a
realizar oraciones coordinadas, siendo capaces de formular frases de tres elementos para
contar de forma sencilla sus intereses.
Los primeros tres años es un período de formación y crecimiento de la comunicación y del
lenguaje oral del niño, por lo que más que hablar de patologías propiamente dichas
tendríamos que hablar de indicadores que pueden o no evolucionar hacia patologías.
Por ello, es necesario comenzar a estimular y abordar las posibles dificultades en el
desarrollo de la comunicación y el lenguaje lo más tempranamente posible.
En Promente, estamos dispuestos a escuchar vuestras inquietudes, resolver vuestras
dudas, evaluar y aportar todas las herramientas necesarias para lograr el correcto desarrollo
evolutivo de vuestro hijo.

Fuensanta Montoro.

Logopeda.