Desmintiendo el trastorno límite de la personalidad

Desmintiendo el trastorno límite de la personalidad

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Hoy en día oímos con frecuencia que a alguien le han diagnosticado trastorno límite de la personalidad (TLP). Del mismo modo, hemos empezado a escucharlo en series como la recién estrenada en Netflix, Dahmer, quien fue un asesino en serie entre 1978 y 1991. En la historia de Jeffrey Dahmer confluyen una serie de factores que derivan en comportamientos como los que hemos visto en la serie. Los psiquiatras y psicólogos que atendieron y entrevistaron a Dahmer no fueron capaces de ponerse de acuerdo en su diagnóstico y valoraron posibilidades como: trastorno esquizotípico de la personalidad, síndrome de asperger, esquizofrenia, trastorno de la personalidad antisocial y el ya mencionado, TLP.

Este es un caso muy particular que lleva al extremo algunos síntomas del trastorno que se va a explicar a continuación. Por tanto, no es probable que las personas con TLP vayan a realizar los mismos actos o acciones parecidas a las que vemos por parte del protagonista. Sin embargo, algunos comportamientos nos sirven para ilustrar algunos de los síntomas tales como: sentimientos de vacío intenso; un patrón de relaciones inestables a lo largo de toda su vida; la idealización de las personas con las que tenía encuentros o su devaluación extrema; así como, la impulsividad y consumo de sustancias que le servían como vía de escape. Otra de las características que podemos observar son las explosiones de rabia y de ira que sufre el protagonista.

Estos síntomas encajan con lo establecido para el TLP en el Manual de Diagnóstico y Clasificación de los Trastornos mentales (DSM-5; APA, 2013) que empleamos los profesionales para consultar los síntomas de un determinado trastorno psicológico. No obstante, cabe preguntarnos ¿cómo podemos identificar el TLP en la vida real?

El TLP hace referencia a un patrón de comportamiento caracterizado por cambios fuertes en el estado de ánimo y sentimientos de inseguridad sobre cómo se perciben a sí mismos. A menudo suelen experimentar sentimientos de vacío y problemas para controlar la ira. También pueden experimentar ideas extremistas como pensar que todo es bueno o todo es malo, teniendo dificultades para ver el punto medio. Asimismo, pueden llegar a actuar de manera impulsiva o imprudente realizando comportamientos arriesgados (consumo de drogas, conducir de forma temeraria, tener sexo sin protección, etc.) y se esfuerzan por evitar un abandono real o imaginado de las personas con las que se relacionan. Suelen experimentar relaciones intensas o inestables. Por otro lado, en algunas ocasiones pueden tener conductas autodestructivas tales como autolesionarse y/o tener pensamientos de suicidio.

Por último, cabe mencionar que no todas las personas con TLP van a tener todos estos síntomas y que la gravedad, la frecuencia y la duración de los mismos dependerá de la situación de cada uno.

¿Qué podemos hacer para tratar el TLP? Es importante que los pacientes con trastorno límite de la personalidad reciban tratamiento de un profesional de la salud mental. Son muchos los factores que influyen en el tiempo que tardan los síntomas en mejorar una vez que se comienza el tratamiento, por lo que es importante que las personas con este trastorno, así como sus seres queridos, sean pacientes y reciban el apoyo adecuado.

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