¿Cómo influye el apego en las relaciones de pareja?
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En ocasiones nos hemos podido plantear cómo los vínculos que tuvimos con nuestros padres o personas relevantes en nuestra infancia han podido condicionar nuestras relaciones de pareja en la vida adulta. En función del vínculo que tengamos cada persona con esos primeros contactos, percibiremos una mayor o menor tendencia a desarrollar una relación satisfactoria, dañina o desconfiada en el futuro. Desde la psicología, este tema se trata desde la teoría de apego (Bowlby 1973/1980).
¿Qué es el apego? El apego se puede conceptualizar como los vínculos emocionales que las personas forman con otras personas, primeramente con sus cuidadores principales (padres), y posteriormente, influyen en el resto de relaciones que se forman a lo largo de la vida como las relaciones de amistad y las de pareja. Los estilos de apego han sido clasificados en seguro, ansioso, evitativo y desorganizado.
Hazan y Shaver fueron los primeros autores que se interesaron por conocer la relación entre el apego y las relaciones de pareja en la edad adulta. Desde que publicaron sus investigaciones han sido citados en numerosos trabajos. Plantean cómo los estilos de apego formados en la infancia influyen en el comportamiento dentro de las relaciones de parejas en la adultez:
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A las personas con un estilo de apego seguro les resultaría fácil establecer un vínculo con su pareja, encontrándose cómodas en las relaciones cercanas y no estarían preocupadas por el miedo a que su pareja los abandone.
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A las personas con un estilo de apego inseguro-evitativo les es difícil establecer vínculos debido a una dificultad para confiar en su pareja. No se permiten depender de otras personas y las relaciones íntimas le hacen sentir incómodo, por lo que, tienden a alejarse de sus parejas cuando el grado de intimidad va aumentando.
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Las personas con un estilo de apego inseguro-ansioso se suelen sentir preocupadas por la idea de que su pareja les abandone. El miedo al abandono de su pareja hace que con frecuencia demanden constantemente la atención y el amor de su pareja para confirmar que esta quiere seguir con la relación.
En definitiva, existe una conexión entre el sistema de apego formado en la infancia en los lazos con los padres y la función del mismo en las relaciones de pareja posteriores.
Si sentimos que nuestras relaciones de pareja están siendo negativas o nos gustaría fomentar un apego más sano y constructivo sería recomendable buscar ayuda psicológica. Ya que a través de la terapia podemos conseguir reconstruir nuestros apegos y establecer vínculos más confortables.
