Cómo hacemos para que los “peques” se vayan a la cama

¡Hola, padres y madres intrépidos en la misión de que sus peques se vayan a la cama! Sabemos que a veces puede parecer una tarea hercúlea, pero no se preocupen, estoy aquí para darles algunos consejos desde una perspectiva psicológica. Así que relájense, cojan una taza de té (¡o café si es necesario!) y prepárense para aprender algunos trucos para lograr que los niños vayan felices a la cama.

El arte de la rutina: No subestimen el poder de una rutina sólida. Los niños se sienten seguros y cómodos cuando saben lo que viene a continuación. Empiecen con una cena tranquila y terminen con una historia antes de dormir. Esta secuencia establece un ritmo que les ayuda a prepararse mentalmente para ir a la cama.

El misterio de la hora de acostarse: Algunos niños parecen tener una resistencia innata a la hora de dormir. Háganla un poco más atractiva. Llámenla la “hora de las aventuras en el mundo de los sueños”. Cuéntenles que mientras duermen, sus mentes viajan a lugares mágicos y tienen emocionantes aventuras. Pueden incluso crear cuentos sobre sus propias hazañas oníricas.

El factor comodidad: Asegúrense de que la cama sea un lugar cómodo y acogedor. Permitan que sus hijos elijan sus propias sábanas o muñecos de peluche favoritos para llevarlos a la cama. Cuanto más atractivo sea el espacio de descanso, más dispuestos estarán a acostarse.

La tecnología en su justa medida: Sabemos que los dispositivos electrónicos pueden ser tentadores, pero traten de limitar el tiempo de pantalla antes de dormir. La luz azul de las pantallas puede dificultar la producción de melatonina, la hormona del sueño. Establezcan una “hora sagrada” sin pantallas antes de acostarse para darle tiempo a su cuerpo para relajarse.

El truco de las negociaciones: A veces, un poco de negociación puede ser útil. Permítanles tomar pequeñas decisiones antes de acostarse, como elegir el pijama que quieren usar o qué cuento quieren escuchar. Esto les da una sensación de control y, al mismo tiempo, les ayuda a cumplir con la rutina.

El elogio y la paciencia: No olviden felicitar a sus pequeños cuando se porten bien antes de acostarse. Un simple “¡Bien hecho!” puede hacer maravillas. Y recuerden, la paciencia es clave. No se frustren si a veces se resisten. El sueño es un proceso gradual.

Cuentos que transmiten valores: Utilicen las historias antes de dormir para transmitir valores importantes. Pueden hablar de la importancia de compartir, la amistad o la resolución pacífica de conflictos. Además, los cuentos pueden ser una excelente manera de explorar las emociones y cómo manejarlas.

Risas antes de dormir: No hay nada como una buena carcajada antes de acostarse. Un chiste o un momento cómico pueden ayudar a liberar tensiones y crear un ambiente relajado. Además, ¿a quién no le gusta ir a la cama con una sonrisa en el rostro?

En resumen, hacer que los niños se vayan a la cama puede ser un desafío, pero con una dosis de paciencia, una pizca de creatividad y una buena rutina, pueden hacer que la hora de dormir sea un momento agradable y especial para todos. Así que, ¡adelante, conviertan la hora de acostarse en una aventura emocionante y tranquila a la vez!