TDAH Y POR QUÉ REDUCIR EL USO DE PANTALLAS ES RECOMENDABLE

TDAH Y POR QUÉ REDUCIR EL USO DE PANTALLAS ES RECOMENDABLE
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno
neurobiológico de carácter crónico, que resulta ser de los más frecuentes en la
infancia estimándose que afecta entre un 5% y 10%, lo que equivale a algo más de
dos niños por aula. Presenta una sintomatología evolutiva y de probable transmisión
genética, son numerosos estudios que respaldan esta teoría.
Este trastorno es biológico, de origen neurológico, provocado por un desequilibrio
existente entre dos neurotransmisores cerebrales: la noradrenalina, se encarga de
que estemos preparados para actuar, y la dopamina, involucrado en la toma de
decisiones, la memoria, las sensaciones placenteras, el sueño, el estado de ánimo,
la atención y la actividad motora, entre otras, que afectan directamente a las áreas
del cerebro responsables del autocontrol y de la inhibición del comportamiento
inadecuado.
El TDAH puede provocar en el niño las siguientes alteraciones en su conducta, de
forma singular o combinados de manera persistente:
● Hiperactividad: Presenta un nivel superior de actividad dada su edad
como por ejemplo, dar golpecitos con las manos y los pies, habla
demasiado, y/o dificultades para mantener el turno, entre otros.
● Impulsividad: Tiene dificultad para controlar sus conductas, emociones y
pensamientos.
● Inatención: Tiene una gran dificultad o incapacidad para prestar atención
y concentrarse, se le olvida con facilidad hacer tareas diarias, evita el
esfuerzo mental, y/o parece no escuchar cuando se le habla.
Estos síntomas no siempre están presentes conjuntamente, de hecho, existen
distintos subtipos de TDAH, y se manifiestan en al menos dos ambientes de la vida
del niño (casa, colegio, etc.).
Respecto a la prevalencia, los niños son más propensos a sufrir TDAH que las niñas
en una proporción de cuatro a uno. De hecho los números indican un porcentaje de
13,2% para los varones, frente a sólo un 5,6% que presentan las niñas.
EVOLUCIÓN
El TDAH es crónico y suele manifestarse antes de los 7 años. A lo largo del
desarrollo del niño, sus síntomas pueden cambiar o disminuir; no obstante, se
estima que más del 80% de los niños continuarán presentando problemas en la
adolescencia, y entre el 30-65%, en la edad adulta.
Con respecto a las formas en que se manifiesta el TDAH, existen varias etapas:
Hasta los cinco años, los niños suelen presentar un desarrollo motor precoz.
Comienzan a caminar muy temprano y en general, son descritos por los padres
como niños inquietos, “impulsados por un motor”.
Durante la edad escolar, los niños comienzan a tener problemas en el aprendizaje
de la lectoescritura, lo que suele ocasionar fracasos escolares. De vital importancia
la detección por parte del maestro y derivación al orientador, médico de cabecera,
psicólogo, etc. Estos fallos se agudizan cuanto más se le exige al niño sin
proporcionarle un tratamiento adecuado. En esta etapa es cuando más se detectan
casos de TDAH, debemos prestar atención a esas familias que en muchas
ocasiones desconocen de qué se les está hablando, su pronóstico, tratamiento,
etc. Es importante transmitir a las familias tranquilidad y confianza, que entiendan
que sus hijos están en buenas manos.
En la adolescencia se producen cambios sustanciales. La hiperactividad suele
disminuir notablemente hasta convertirse en una sensación subjetiva de inquietud.
Aún así, más del 80% de los jóvenes sigue teniendo problemas de atención e
impulsividad.
TIPOS
Existen tres tipos de TDAH, según el síntoma predominante en el niño se le
denominará de una manera u otra:
● Hiperactivo-impulsivo: predominan los síntomas de hiperactividad e
impulsividad.
● Inatento: predominan los síntomas de falta de atención y dificultad para
mantener la concentración.
● Combinado: predominan síntomas de hiperactividad, impulsividad e
inatención.
PREVENCIÓN
A continuación, presentamos unas recomendaciones que toda madre y padre
puede llevar a cabo y favoreciendo que se minimice el riesgo de que el niño
padezca TDAH:
● Durante el embarazo, evita cualquier cosa que pueda dañar el desarrollo
fetal. Por ejemplo, no bebas alcohol, no uses drogas recreativas ni fumes
cigarrillos, también evitar el humo de forma pasiva.
● Protege a tu hijo de la exposición a contaminantes y toxinas, incluido el
humo del cigarrillo y la pintura con plomo.
● Limita el tiempo frente a las pantallas. Aunque todavía no se ha
comprobado, puede ser prudente que los niños eviten la exposición
excesiva a la televisión y a los videojuegos en los primeros cinco años de
vida.
LAS PANTALLAS Y EL TDAH
Respecto al uso de pantallas queremos hacer hincapié en lo siguiente: Son muchos
los padres de niños diagnosticados con TDAH que nos preguntan en consulta lo
siguiente: ¿Mi hijo se concentra cuando juega con la videoconsola, uso de pantallas,
etc.? Él está muy tranquilo cuando juega a la videoconsola, ¿es que mi hijo no tiene
TDAH?
La respuesta es que el niño con TDAH principalmente tiene un problema en la
capacidad para concentrar su atención directa de forma sostenida en el tiempo,
y los móviles, tabletas u ordenadores, no les exigen necesariamente una atención
continuada, si no que proporcionan refuerzos rápidos en forma de puntos o
premios, por lo que pueden pasarse horas delante de la pantalla. Están diseñados
para proporcionar entretenimiento en breves pero intensos periodos de tiempo, por
lo tanto seguiríamos sin entrenar la atención directa sostenida en el tiempo.
Una publicación en la revista Pediatrics confirma que los niños que pasan más
tiempo haciendo uso de las pantallas presentan un mayor riesgo de sufrir trastornos
de la atención. De hecho, hay suficientes estudios que indican que los niños que
están en contacto de forma habitual con dispositivos móviles, tabletas u
ordenadores presentan un carácter más irritable y muestran una menor capacidad
de atención, memoria y concentración que los que no lo están. Podríamos decir
que no trabajamos la capacidad del niño en paciencia y frustración, valores
fundamentales para el desarrollo.
PAUTAS DE BUEN PRONÓSTICO PARA REDUCIR EL USO DE TECNOLOGÍA
Evitar usar los teléfonos móviles como herramienta para distraer o tranquilizar
a los niños. Estas estrategias impiden que el cerebro aprenda a esforzarse, a
concentrarse y a retrasar las gratificaciones. Cambiemos el uso del dispositivo en la
silla de paseo por mantener una conversación con nuestro hijo sobre el paisaje, los
coches, etc. En la sala de espera, permite que el niño se “aburra” para que así
entrene la paciencia, y ponga en práctica herramientas creativas que surgen de su
imaginación.
Establecer pautas sencillas y bien comprendidas para la rutina diaria. Es de
vital importancia los límites de tiempo sobre el uso de pantallas durante las horas
previas al descanso.
Mantener activo el cuerpo, será buen pronóstico de mantener el cerebro fresco.
La actividad física favorece la concentración.
Sé un buen ejemplo. Es necesario que los adultos tengamos consciencia del
modelo que somos para los niños con los que estamos, hijos, sobrinos, alumnos…
Es importante que si queremos que nuestros niños reduzcan el uso de las pantallas,
nosotros tenemos que dar ejemplo. Compartir tiempo de calidad con ellos,
olvidarnos de nuestro teléfono y desconectar para conectar con el niño. Ellos te lo
agradecerán y tú a la larga también.

 

Olga Murcia_Psicóloga en PROMENTE | psicólogos