Trastorno déficit de atención e hiperactividad

El viernes pasado día 27 se celebró el Día Nacional del TDAH (trastorno déficit de atención e hiperactividad), y no queremos dejar de festejar la importancia que tiene este día para muchas familias en nuestra sociedad y es que, El TDAH se considera uno de los trastornos del neurodesarrollo más frecuentes.
El diagnóstico de TDAH se basa principalmente en los criterios establecidos en el Manual Diagnóstico y Estadístico de la Academia Americana de Psiquiatría (DSM) que surgió del consenso de expertos y de una amplia investigación, girando los criterios del DSM para TDAH entorno a tres síntomas cardinales distribuidos en dos dominios: inatención e hiperactividad/impulsividad.
Características del Déficit de Atención
• Los sujetos no prestan suficiente atención a los detalles y cometen errores por descuido en los trabajos escolares u otras actividades. Trabajan de forma desordenada y sucia.
• Normalmente están distraídos y parecen no escuchar.
• A menudo cambian de actividad sin finalizar ninguna, con dificultad para organizar tareas.
• Les cuesta seguir instrucciones, finalizar tareas y cumplir con obligaciones
• Evitan y muestran desagrado ante actividades que requieran un esfuerzo mental sostenido y que les exijan gran concentración
• Pierden la concentración muy fácilmente con estímulos insignificantes.
• Suelen ser olvidadizos.
• A menudo tienen problemas para seguir una conversación.
Características de Hiperactividad
• A menudo se mueven en exceso y se mueven mucho en su asiento.
• Les cuesta estar sentados cuando es necesario y jugar de manera tranquila.
• A menudo corren o saltan en situaciones que deberían estar más pausados
• Se mueven como si tuviesen un motor constantemente en marcha.
Características de la Impulsividad
• A menudo hablan en exceso y tiene dificultades para esperar su turno.
• A menudo tienen dificultades para esperar a que se termine de formular una pregunta y contestan precipitadamente.
• A menudo interrumpen la actividad de otros y crean conflictos sociales, académicos y laborales.
El TDAH se diagnostica comúnmente durante la niñez, pero es la adolescencia, al ser un período de grandes cambios en lo social, físico y emocional, una etapa que implica diferencias en el diagnóstico, tratamiento y adherencia a tratamiento de los adolescentes con TDAH.
La intervención psicológica se orienta hacia la autorregulación, la cual incluye la regulación emocional y el control de impulsos y sirve para la toma de perspectiva, el desempeño social, el enfrentamiento de situaciones estresantes y de cualquier desafío que demande capacidad de esfuerzo, como los deberes académicos, laborales o familiares. Por otra parte, se busca que la percepción de autocontrol y el ejercicio de este, favorezca la autoestima. Por otro lado, en lo referente a la intervención logopédica, el TDAH tiene como síntomas una serie de posibles deficiencias en el ámbito del lenguaje y trastornos del aprendizaje, e incluyen problemas de lectura, expresión escrita y matemáticas, por los objetivos en el contexto educativo del menor pueden incluir un aumento cuantificado en logros académicos, conducta prosocial y disminución de conductas disruptivas en la clase.
Desde Promente animamos a familias a consultar sus dudas sobre el TDAH, de forma que podamos de forma conjunta establecer las mejores herramientas para cada caso.