VERANO E INSEGURIDADES

VERANO E INSEGURIDADES

Cuando hablamos del verano, la mayoría de personas asociamos esta época a vacaciones, disfrute y socializar. Pero, esta asociación no se da en todas las personas ya que, para otras, se trata de un periodo de ansiedad donde se destapan muchos miedos.

Estos miedos que se encuentran presentes en nuestra vida cotidiana, se intensifican durante el verano debido a la exposición física, la exposición y postureo en redes sociales y las comparativas vacacionales.

Un gran determinante de la aparición de estos miedos son las redes sociales, compuestas de personas que posturean y aparentan una vida perfecta: imágenes retocadas, cuerpos perfectos, relaciones idílicas, destinos maravillosos y experiencias extraordinarias.

¿Qué ocurre con esta exposición de vida encantadora? Los espectadores de estas vidas idealizadas podemos entrar a la comparación, lo que genera sentimientos de frustración, insuficiencia e inconformismo. Asimismo, se incrementan las inseguridades y la autoestima sufre perjuicios. Y… ¿cómo reaccionamos frente a esto? Puede que nos sintamos más ansiosos o decaídos, bloqueados, nos aislemos e incluso nos enfademos.

¿Cuántas veces hemos escuchado que ya estamos en verano y aún no estoy en forma? El calor veraniego trae consigo el uso de ropa ligera y ropa de baño. De esta manera existe una exposición corporal a la que previamente durante el año, no nos enfrentamos. Nos sentimos vulnerables, observados y juzgados por otros, aumentando nuestra inseguridad y nuestra preocupación por nuestra apariencia física.

De la misma manera que comparamos nuestra apariencia física lo hacemos con nuestros planes de verano. Viendo como la gente hace viajes, super planes de verano, se lo pasan magníficamente y todos parecen modelos. O eso es lo que nos hacen creer las redes sociales, este postureo tiene su cara B, sintomatología ansiosa y distorsiones entre la ficción y la realidad. Y es que unas vacaciones no las marcan el postureo de tu destino o compañía sino la capacidad de desconexión, descanso y de vivir y disfrutar lo que estamos realizando.

¿Qué podemos hacer para no caer en esta trampa comparativa?

  • Aceptación. Huir de ese perfeccionismo y aceptarnos tal y como somos. Tener la capacidad de reconocer, comprender y respetar nuestras inseguridades acercándonos a ellas, disminuyendo la presión ejercida por nosotros mismos. Es de gran importancia tener consciencia de que la belleza va mucho más allá de los estándares superficiales y que nuestro valor no está basado únicamente en la apariencia física. Cada individuo presenta características únicas que lo hacen valioso y el verano es una oportunidad de celebrar esta individualidad y de disfrutarnos.

 

  • Desafiando las distorsiones cognitivas. Examinando y siendo críticos de nuestros pensamientos y nuestras creencias negativas, siendo conscientes de la realidad sin permitir que nuestra ansiedad nos conduzca a estas distorsiones. Sin focalizarnos o magnificar nuestros aspectos negativos o condiciones diferentes al resto de personas sin olvidar nuestras cualidades positivas y apreciando nuestra realidad evitando esas percepciones erróneas para así fomentar una imagen positiva y realista propia.

 

  • Evitar la comparación social y fomentar un cuidado personal. Reduciendo el tiempo que dedicamos a las redes sociales que fomenta la comparación con los demás. Asimismo, tomando consciencia de lo que se expone en redes sociales se encuentra muy lejos de la realidad, siendo una vida idealizada, cargada de filtros y postureo. Enfocándonos en nuestra realidad, cuidándonos y cuidando nuestro círculo pudiendo disfrutar y darle el valor merecido sin entrar en comparativas.

 

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